Philippe Starck

Un viaje inédito, sorprendente, que oscila entre lo real y lo imaginario. De escala en escala, los «visitantes-viajeros-pasajeros» viven una experiencia constantemente renovada dentro de una escenografía original diseñada con Philippe Starck.

«París es patafísico» es un itinerario que discurre entre espacios públicos y atracciones turísticas (la Torre Eiffel, el canal Saint-Martin, el parque de la Villette), lugares de poder (Palacio del Elíseo) y espacios de socialización (la discoteca Les Bains-Douches, el restaurante Caffè Stern...), recurriendo a las explicaciones inventivas y descabelladas de la patafísica, que designa la ciencia de las soluciones imaginarias. Cada escala transfigura una historia universal. Observando los elementos (el viento, el agua, los flujos y energías...), los sueños o pesadillas, la soledad del poder, los paroxismos festivos, la extrañeza de lo bello... el público experimentará variaciones de intensidad inigualables.

De niño, Philippe Starck se escapaba de la escuela para esconderse en los parques y bajo las puertas cocheras de París. Una de ellas fue la del Museo Carnavalet, en el que Starck entró y en el que encontró inspiración para algunos de sus diseños. París es, desde siempre, para este creador visionario de fama internacional, escenario de múltiples creaciones: arquitecturas de interior y exterior, clubes nocturnos, restaurantes, hoteles, museos, espacios culturales, transportes públicos, estaciones, tiendas y un sinfín de objetos de la vida cotidiana que prestan servicio o rinden homenaje a la ciudad y sus habitantes, como los mobiliarios urbanos, la cabina de fotomatón o la medalla olímpica.

Para esta exposición inédita en el Museo Carnavalet, Philippe Starck explora dos clases de misterios: los que encierra París y los que él, deliberadamente o no, ha ocultado y sigue disimulando en sus realizaciones parisinas. Se trata, pues, de una exposición-poema formada por las maravillas y misterios de París. Y es en calidad de Regente del Colegio de Patafísica que Philippe Starck nos guía a lo largo de esta visita fantasmagórica.